Las empresas demandan oficinas más flexibles

Una de las mayores preocupaciones de los empresarios gira en torno a la retención de sus empleados y esperan con ello que los activos inmobiliarios les faciliten el trabajo. Una de las incógnitas, con el escenario inmobiliario que tenemos actualmente es si la oferta de oficinas puede satisfacer esa creciente demanda.

En la época en que vivimos claramente marcada por la flexibilidad laboral y la automatización, aparecen otras cuestiones relacionadas con el mudo laboral que tienen que ver con los nuevos espacios de trabajo para las empresas. Un espacio de trabajo que está en continua evolución paralelamente con los cambios en el modo de trabajo.

La flexibilidad en el entorno laboral

Según la consultora JLL, este nuevo panorama laboral abre un abanico de posibilidades a nuevos inversores que pueden ver una oportunidad en esta nueva tendencia en el modo de trabajar de las empresas.

Para ello deben conocer perfectamente el nuevo entorno que se ha ido generando, analizar bien el comportamiento de las empresas y los trabajadores en los espacios de trabajo etc.

La flexibilidad en el entorno laboral es lo más habitual a día de hoy. Algo que, a priori, rompe totalmente con el modelo de ingresos de los grupos inversores, puesto que los puestos de trabajo flexibles, conllevan una itinerancia constante entre oficinas y los alquileres a corto plazo.

Por ello, se debe adecuar la cartera para dar respuesta a las nuevas formas de trabajar, a los nuevos espacios y oficinas etc. como argumentan desde la consultora JLL.

Ya hace dos años, en 2016, la consultora predijo que cerca de un 30% de las carteras corporate real estate incorporarían espacios flexibles antes del 2030. No obstante, serán los matices locales y culturales los que determinen el formato de esta nueva oferta.

Las empresas sitúan al trabajador en el centro de su estrategia

Tal y como apunta el estudio Human Experience, el cambio hacia una oficina flexible queda muy marcado por las características sociales de cada comunidad o país. Tanto es así que en países como China o Estados Unidos la flexibilidad laboral está ya integrada en las prácticas de trabajo con un porcentaje cercano al 50% por el 19% de países como Francia.

Si hablamos del entorno empresarial, los inversores se centran en dos objetivos muy concretos, situar al trabajador en el centro de la estrategia y obtener la satisfacción del empleado como indicador de éxito.

Por ello las empresas esperan que los activos inmobiliarios apoyen tal esfuerzo y los propietarios les ayuden a lograr esas metas que a corto plazo suponen una ventaja competitiva que les permita retener el talento.

Como concluye la consultora, mantener a los empleados felices en el puesto de trabajo, contribuye a una mayor implicación y rentabilidad de la empresa.

Fuente: Revista Inmobiliaria Julio 2018

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