Relocalización: por qué muchas pymes vuelven a España

No salen los números cuando se trata de producir pequeñas cantidades. Esa es la principal razón por la que empiezan a volver muchas pymes españolas, después de haber deslocalizado toda o parte de su producción a países del tercer mundo. ¿Son más competitivas las pymes españolas que producen aquí?

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Empresas de todos los sectores y tamaños se lanzaron hace años a producir fuera, en busca de mayor margen de beneficios o ante la necesidad de ajustar costes, para ser más competitivos en precios en un mercado global obsesionado por el low cost.

Justo cuando la lógica de producir barato, aunque lejos, parecía irrefutable, nos encontramos con que algunas empresas –todavía forma tímida– inician el viaje de vuelta. ¿Nostalgia, sentido de la responsabilidad con su país o puro sentido común?

¿Producir aquí más barato?

“El encarecimiento de la producción, tanto de la mano de obra como de materias primas en China, está ayudando a la relocalización. La balanza ya no empieza a caer de forma tan obvia a un lado como sucedía antes. Aquí la mano de obra sigue siendo más cara, pero si sumas todos los costes que tiene producir fuera, muchos al final  pueden ver que no les compensa”, asegura la experta Marián Cano.

Los números no salen. Pero no sólo por esos cambios en las condiciones de los países receptores, sino también, sorprendentemente, por una falta de previsión por parte de muchos empresarios. Como explica el experto Joan Canals, “muchas pymes han actuado por impulso (porque todos se iban) haciendo estudios de costes muy someros. Y luego se han encontrado con que no están ahorrando tanto, que la deslocalización trae muchos problemas y costes asociados con los que no contaban. En estos momentos, hay un proceso de análisis. Son muchos los empresarios que hacen números, suman todos los costes y ven que el coste unitario de su producción sale casi como en España. Y se plantean regresar”.

Papeletas para volver. No estamos ante un fenómeno que se vaya a extender a todas las empresas que se marcharon. En realidad, de los sectores más afectados por la deslocalización (manufacturas de textil, juguetes, calzado, muebles; empresas de automoción; componentes electrónicos; industrias conserveras y telemarketing), sólo las tres primeras (textil, juguetes y calzado) están empezando a volver. Y no todas. El regreso depende de muchos factores, como el tamaño de la empresa o el peso que tienen los costes laborales en el proceso de producción.

Las manufacturas de textil, confección de zapatos, juguetes… son las que están regresando. ¿Por qué éstas y no otras? Vuelven fundamentalmente las empresas que tienen una actividad en la que no se dan procesos de mano de obra intensiva. Que son las que no están rentabilizando la deslocalización de sus procesos en países de fuera.

Regresar con todo el proceso o traer sólo una parte.

Los empresarios españoles deben aprender de los errores del pasado y ver todas las opciones de producción que ofrece el mercado actual. Algunos expertos consideran que hemos pecado de ingenuos. Cuando vimos que los costes laborales eran tan bajos, se nos nubló la vista. Ahora lo que tenemos que ver es en qué partes del proceso puede ser interesante deslocalizar y no llevarse la fábrica entera, como se hizo. Por ejemplo, en textil hay una parte que es hacer el tejido, que requiere alta tecnología y poca mano de obra, y otra que es confeccionar, coser, que precisa de un operario y muchas horas. Esta última parte puede ser interesante llevarla fuera, pero no las otras.

Pero éste es un análisis que no harán jamás empresas de otros sectores, como las de telemarketing, que además del ahorro de  costes laborales, consiguen aprovechar los distintos husos horarios para dar servicio las 24 horas. Éstas no volverán. Como tampoco lo harán las industrias conserveras y de pescado y marisco que salieron  en busca de materias primas por el agotamiento de los caladeros tradicionales y para aprovechar unos costes aduaneros menores; o la industria química, que al producir fuera puede aprovecharse de entornos en los que existen menos controles sobre las sustancias que emplean y una legislación medio ambiental más laxa.

Otro factor fundamental para determinar la conveniencia de volver a producir en España es el propio tamaño de la empresa. Sea del sector que sea. Fabricar fuera sólo tiene sentido para las grandes multinacionales. A ellas no les cuesta nada tener 20 técnicos en China, porque compran millones de prendas. El impacto del coste fijo de tener 20 personas fuera, controlando el diseño, las calidades, los envíos y la logística, para ellos es un coste insignificante. En la mediana empresa, que factura 30 o 40 millones de euros, es inasumible.

Y, por último, la propia estrategia de cada firma. Para muchas empresas con planes de expansión internacional puede ser una ventaja producir fuera y distribuir directamente desde otros países. Pero, sobre todo, volverán las que busquen diferenciarse en el mercado por la calidad.

“Donde podemos ser competitivos produciendo aquí es en la gama media-alta. Buen diseño y calidad, es el nicho de mercado en el que nos interesa estar y donde las empresas españolas luchan por estar con más fuerza. Pero la relocalización no es una tendencia general. Al final depende de la estrategia de cada empresa y de su volumen de producción. Muchas grandes empresas producen fuera y mantienen su calidad”, comenta Marián Cano.

Qué puede hacerlas regresar

Los cambios que se están produciendo en los últimos años hacen desaparecer parte de las ventajas que buscaban las pymes al deslocalizar. Volverán poco a poco las que ya no consigan rentabilizar el viaje.

Costes ocultos en la deslocalización  Muchas empresas iniciaron la deslocalización sin tener en cuenta costes asociados como los del personal directivo expatriado; la adaptación de servicios informáticos; los costes que implica tener un equipo allí que controle la calidad; la formación, que cuesta mucho más de lo que nadie se imagina, especialmente en Extremo Oriente, porque se trabaja mal y por el idioma hay una enorme barrera para explicar las cosas. La mayoría no sabe inglés.

Cambios en las tendencias de consumo  Es un factor que juega a favor de la relocalización, especialmente en el segmento de moda. Ahora las colecciones cambian en una misma temporada. No es como antes, que se hacían dos grandes colecciones al año y ya está. Ahora se hacen varias reposiciones en una misma temporada, eso significa también que los pedidos son más pequeños. Es decir, hay más modelos y pedidos de menor cantidad, lo que  complica sacar  la rentabilidad a la producción exterior.

Transformaciones sociales y políticas  Se están convirtiendo también en otro factor clave para que muchos empresarios se planteen volver a casa. En China, los salarios van aumentando cada año en torno a un 20%. Este hecho obligaría a seguir buscando nuevos países con bajos sueldos. Y volver a formar a los trabajadores… Pero a la par, en España no aumentan los sueldos desde hace años. Sigue siendo más caro producir aquí, sin duda. El salario medio en China es de unos 100 euros mensuales, pero las condiciones en China y el resto del tercer mundo están cambiando. No obstante, ayudaría al retorno de la producción que el Gobierno incentivase a las empresas con beneficios fiscales por la reinversión en tecnología y maquinaria o con medidas como el IVA social de Francia; un punto de subida en el IVA ayudaría a bajar en tres puntos los costes de las empresas en Seguridad Social.

Fuente: http://www.emprendedores.es/gestion/relocalizacion-pymes-espanolas

 Desde Terramar Centro de Negocios compartimos este interesante artículo sobre la exportación de las empresas, esperamos que sea de su interés.

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